Alejandro Gonzalez | octubre 12, 2019

Extasis: Placer y dinero impiadoso

Otro joven más falleció por el consumo de drogas sintéticas en una fiesta electrónica en Córdoba. Una muerte absurda y totalmente previsible que demuestra la inoperancia -y la complicidad en parte- que el estado tiene para controlar estas fiestas y la falta de autoridad que los padres tienen para con sus hijos.

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Las excusas las hay por miles de todas las partes que componen la sociedad -padres, hijos, estado- pero no hay culpables en ellos. Sino sólo en el sinvergüenza que vende las pastillas y que también tiene cientos de excusas para el momento de ser juzgado. Como lo declarado por el comentario que le hizo un cura párroco al ex ministro de economía, Axel Kicillof y que este desafortunadamente referenció en la televisión ofendiendo a los "periodistas paquetes" de la cruda realidad de muchos desocupados que para darle de comer a sus hijos y acceder o mantener un nivel de vida medio se vuelcan al narcomenudeo. Todo es posible, pero no todo es recomendable más aún cuando se pone en juego la libertad.

Placer y Dinero para más poder

No obstante todo 'esto' puede resumirse en dos palabras. Placer y Dinero.

Placer porque quien la consume busca un frenesí que lo hace sentir bien, distinto y por encima de sus pares. Placer porque los padres por comodidad o miedo se despreocupan de sus hijos pensando que el dinero suplirá su presencia dejando a jóvenes que aún están en formación a la deriva y en la mira de cientos de lobos vestidos de ovejas que buscan nuevos acólitos para justificar sus miserias. Dinero porque quienes venden estas pastillas alucinógenas solo lo hacen por obtener cada vez mejores bienes para disfrutar.

Dinero porque cada estudiante que llega a Córdoba son carne de cañón para el consumo en una sociedad capitalista, unos lo serán para la industria del entretenimiento, otros para la medicina y organismos de salud y los menos para la vida profesional. Algunas estadísticas publicadas destacan que 2 de cada 10 jóvenes universitarios han consumido éxtasis. ¿Puede ser esto posible si existiese cuidado de los padres? La respuesta es: No.

Las fiestas electrónicas según lo que he podido recabar en la fanpage de Movida Electrónica en Córdoba y otros sitios más en la web de libre acceso se pagan desde los 2600 pesos la entrada general y 3500 la VIP por lo que se puede inferir que la entrada a una fiesta electrónica clandestina se consigue desde los 1000 pesos (algo que confirme so.o preguntado a algunos jóvenes) a esto hay que sumarle la venta de bebidas y cantidades exorbitantes de agua mineral necesaria para suplir la deshidratación que produce el consumo de éxtasis o del nuevo estimulante llamado la "bomba" como se indica en la web Huarpe.com.

Según el diario la Voz este tipo de fiestas rave (literalmente, "delirar") empiezan bien entrada la madrugada y terminan bien entrada la tarde despues de mas de 10 horas y a veces han llegado a durar hasta 24 horas donde casi está permitido todo. Asimismo la movida del rave está bien dirigida a una clase social media, media alta tanto económica como intelectual pues incluye a la práctica del 'Yoga Rave' con sus técnicas de meditación y la utilización de música electrónica y luces intermitentes  para estimular el plano sensorial llevando a la persona a vivir y sentir situaciones placenteras para quien lo practica. Casi que se podría decir que se trata de una iniciación para después buscar luego por formas más rápidas y hasta extremas la misma sensación por medio de psicoestimulantes y el sexo.

El padre de Samir le indico a la voz "que irían hasta las últimas consecuencias..." pero acaso la muerte de su hijo, no lo fue ya o solo se refiere a una indemnización económica o a un castigo de los organizadores que aunque sean detenidos debe haber miles esperando cubrir su lugar cuando se habla de cifras millonarias. A nivel físico el consumo de éxtasis causa abundante sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca -esto fue lo que mató a Samir- volviendo mortal hasta el consumo excesivo de agua.

Éxtasis en busca de ser amado

El éxtasis entre otras drogas sintéticas produce una gran empatía con sus congéneres sin importar género (conexión afectiva de una persona en una realidad ajena a ella).

Empatía que se ve reflejada en la necesidad de sentir placer y que se ha evidenciado en el peligroso fenómeno del 'chemsex'  (Chemical Sex o Sexo Químico), encuentros sexuales de larga duración ya que el consumo de drogas sintéticas produce en las personas que participan que pierdan la percepción de peligro y por tanto no usen preservativos.  "Una peligrosa práctica sexual que tiene atemorizados a médicos europeos y argentinos, por un posible repunte en las tasas del VIH (SIDA) entre los jóvenes".

Las pastillas de acuerdo a información obtenida entre estudiantes y residentes del coqueto barrio de Nueva Córdoba tanto en fiestas legales e ilegales se venden desde los 1600 hasta 3000 pesos el par. Por lo que una salida de una noche cuesta no menos de 8000 pesos.

2 comments

  1. En este articulo he tratado de mostrar el daño que este tipo de drogas le produce a la juventud de nuestro pais y que por su nivel socioeconomico al que esta apuntado este tipo de estupefaciente le produce a la clase mas productiva. Este tipo de eventos no son entretenimientos sino que estan disfrazados de diversion pero su fin es la incapacitacion de la juventud.

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  2. Pareciese que el estado nos tomara de tontos a los ciudadanos de Córdoba y que a poco menos de un mes que un joven muriese por tomar éxtasis, dos jóvenes en una fiesta electrónica en Forja tuvieran a un paso de la muerte. Dicen que la habían traído de Rosario, la productora de la fiesta se excusa que ellos habían puesto todas las condiciones de seguridad pero la droga estaba. La policía cree que los narcos son tontos y que el día de la fiesta van ha ir con sus bolsas llenas de pastillas y pasaran por la entrada principal pidiendo permiso. ¿Cuando esas fiestas se preparan desde mediado de semana? Bue... esperemos que este nuevo llamado de atención haga que se tome conciencia de este flagelo por parte de Schiaretti y compañia.

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